El municipio gobernado por Jaime Méndez vive un colapso en su sistema de salud. Tomó notoriedad pública a parir de la muerte por mala praxis de un niño al que lo diagnosticaron mal tres veces y terminó perdiendo la vida. Los médicos renuncian por falta de insumos, los vecinos desesperados hacen largas colas en la madrugada para turno en alguna salita, las cuales atienden sólo a 20 personas por día.
En el municipio de San Miguel faltan faltan de médicos y recursos en los hospitales. El distrito que gobierna Jaime Méndez no puede brindar una cobertura mínima de salud a sus vecinos y crece la indignación. A pesar de contar con infraestructuras modernas, la carencia de personal y equipamiento adecuado genera un colapso en el sistema de salud municipal.
Recientemente, el caso de presunta mala praxis del niño, llamado Santino, que perdió la vida tras recibir diagnósticos contradictorios, destapó otras denuncias también por mala praxis en el distrito. A la familia de Santino primero le dijeron que tenía un virus, luego como el chico no mejoraba, lo diagnosticaron con anginas. Finalmente, cuando estaba muy delicado advirtieron que sería una neumonía bilateral pero ya era tarde. El niño falleció y provocó la indignación de los vecinos que denuncian que esto sucede hace rato.
Las largas filas en los centros de atención primaria son una rutina común para quienes buscan atención médica. Los médicos renuncian y buscan trabajo en otros distritos, por mejores condiciones laborales. Lo que agudiza aún más la crisis que vive el municipio.